No te Tortures si se te Cae tu Bebé

Estás al pendiente de todos sus movimientos y sólo te volteas unos segundos para tomar su biberón, contestar una llamada o pagar la cuenta. Un instante después lo escuchas llorar… Tu hijo se cayó. ¡No te tortures! Aunque el corazón se te detenga y pienses lo peor, lo mejor es tomarlo con calma y evaluar la gravedad: de dónde se resbaló, con qué velocidad y cómo pudo golpearse. Aquí aprenderás que hacer cuando tu hijo se caiga.
Paso a Paso
1
Actúa con tranquilidad: Ayúdalo a levantarse y consuélalo. Cerciórate de que no se lastimó la cabeza y revisa su cuerpo, quítale la ropa si es necesario.
2
Observa su comportamiento y reflejos durante las siguientes 24 horas: Si notas algún cambio, llévalo con el pediatra.
3
No lo maximices: Trata de no exagerar porque podrías asustarlo y desmotivarlo a que realice actividades nuevas y necesarias para su desarrollo. Caerse no es el mejor aprendizaje, pero sí lo ayudará a medir el peligro y a despertar su instinto de protección.
4
Desahógate: Es normal estar triste o sentirse mal. Habla con tu pareja o mejor amiga y comparte tus emociones.
5
Enfrenta tus miedos: Si se rodó del cambiador, no temas volver a usarlo; si nota tensión de tu parte, puede asociarlo con algo negativo. Por el contrario, cuando encaras aquello que te angustia, lo ayudas a fortalecer su seguridad e independencia.
6
Sé justa contigo: Aunque quisieras, no siempre podrás evitar que esto pase pero eso no quiere decir que eres una mamá irresponsable y mucho menos que por ello tu hijo te querrá menos. ¡Nadie es perfecto!
7
Llévalo al doctor si:

Pierde el conocimiento
Está irritable
Tiene problemas para dormir
Mueve anormalmente los ojos
Respira con dificultad
Convulsiona