La deshidratación es la pérdida de agua y sales (sodio y potasio), debida a una excesiva sudoración o a los vómitos y diarrea. La pérdida de agua es más grave cuando el niño es muy pequeño (sobre todo en lactantes de 1 a 12 meses). Aprende a identificar los síntomas y conoce los tratamientos a seguir.