11 Errores que cualquier Papá comete

Los niños necesitan buenos modelos a seguir y es imposible pretender imponer reglas, límites o buenos hábitos si haces lo contrario de lo que exiges. Desde muy temprano se dan cuenta de que los padres no siempre tienen la razón. Aquí aprenderás los errores más comunes que cualquier padre puede cometer.
Paso a Paso
1
Ponte a leer

La lectura es un hábito que se obtiene por imitación, así que no esperes que un niño lo adquiera si tú nunca abres un libro. Es muy cierto ese consejo que escuchamos con frecuencia: hay que leer en familia al menos 20 minutos al día.
2
Eso no se hace

Muchos padres evitan hablar de sexo con sus hijos por considerarlo un tema no apto para sus inocentes cabezas. Ellos experimentan sensaciones, observan y se autoexploran, por tanto tienen muchas dudas que esperan que los adultos les resuelvan, y lo peor que podemos hacer es evadir sus preguntas, al contrario: hay que contestar de manera clara, sincera y directa.
3
Ponte a ver la tele un rato

Un padre exhausto puede caer en la tentación de usar el televisor para “entretener” a sus hijos. El máximo que se debe permitir es de una a dos horas de televisión al día y siempre acompañados de un adulto que se asegure de que vea programas adecuados para su edad. Recuerda: ¡jugar, pintar o leer también los distraen!
4
Porque lo digo yo

Los padres autoritarios suelen establecer demasiados límites, fijar reglas estrictas, establecer una relación de control y no permitir la libertad de elección. Los niños merecen que se le den razones, que se les explique el por qué de los límites que se les imponen, de otra manera corremos el riesgo de criar personas que no aprenden a pensar por sí mismas.
5
Bueno, sólo por esta vez

Este modelo de paternidad es fácil de identificar: no fijan límites ni reglas. De la misma forma en la que los autoritarios no brindan explicaciones sobre el por qué de los límites, el permisivo tampoco se molesta en razonar con un niño sobre las consecuencias de un mal comportamiento. Irónicamente, los límites les brindan a los chicos una estructura, y ésta los hace sentir seguros.
6
No tengo tiempo para jugar

Sabemos que las responsabilidades laborales exigen mucho, pero no puedes anteponerlas a la convivencia con los niños. ¿La oficina te exige demasiado? Entonces llámalos por teléfono durante el día y olvídate de dormir hasta la tarde los fines de semana, ahora los sábados y domingos son de tu familia.
7
Deja ahí, mejor yo recojo

Tan importante como fijar límites es darles responsabilidades a los chicos. Las obligaciones de acuerdo a su edad, como recoger los juguetes, mantener ordenado su cuarto o pasear al perro, desarrollan su sentido de responsabilidad, los hace más independientes y les da seguridad en sí mismos.
8
Tendrás todo lo que a mí me faltó

Sin duda es muy respetable que un padre no desee que sus hijos pasen por privaciones, pero cuidado. Ellos no necesitan todo para ser exitosos en la vida. ¿La mejor prueba?, ¡un padre que superó los obstáculos de su niñez para convertirse en un adulto exitoso!
9
La mesa: un campo de batalla

La hora de la comida, sin duda el peor momento para sacar el repertorio de gritos, amenazas y chantajes a los que muchos recurren para obligar a comer a sus hijos. Es mejor permitirle comer sólo lo que satisfaga su apetito, recordemos que su estómago no es del tamaño del de un adulto.
10
Tienes que comer de todo

Hace algunos años se pensaba que un niño gordo era sinónimo de uno sano. El aumento de peso no necesariamente quiere decir que esté bien alimentado, mejor llévalo al pediatra o al nutriólogo y aclara todas tus dudas. Recuerda que nunca debes ponerlo a régimen sin supervisión médica.
11
La cocina no es un lugar para ti

Desde luego que no lo es cuando no hay un adulto responsable que se encargue de supervisarlos. Sin embargo, los niños que están más involucrados en la preparación de sus alimentos tienden a pedir más vegetales y fruta que aquellos que no lo hacen.