Seguramente muchas veces te has golpeado el dedito pequeño del pie con el filo de la cama y sientes que la vida ha terminado. Pero, eso no volverá a suceder si te previenes con Aloe Vera congelado para aliviar el malestar en una zona específica.
Primero retira todo el extracto de Aloe Vera de la planta, lo que parece como una especie de gel y reserva. Tendrás que aplastar muy bien.
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Después, todo lo que moliste, deberás colocarlo en la charola para hielos y agrega un poco de aceite esencial de menta, lavanda o árnica.
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Si prefieres, puedes moler un poco de árnica e incluso agregar unas hojas molidas de menta. Revuelve muy bien y congela por horas. Podrás aplicar los cubitos de hielo cuando tengas alguna molestia.
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Recuerda que las propiedades que tiene el Aloe Vera son ideales para las torceduras, esguinces, hernias discales, lumbago, reuma y otras enfermedades que puedan originar dolor de una zona concreta. Además, la pulpa de la sábila brinda un efecto antiinflamatorio y minimiza dolores relacionados con las articulaciones y los músculos, por lo que evitarás hinchazón de los tejidos y liberarás tensión muscular.